Rock en el Río - Nueva Edición

El domingo 14 de octubre se realizó una nueva edición del festival Rock en el Río. Esta vez tocaron tres bandas que deleitaron a los jóvenes que se acercaron a la Plaza Martín Fierro frente al Casino Municipal.
Sobre el escenario colocado sobre esta plaza y con la calle libre para al tránsito pasaron una banda de Salto, una de Carmen de Areco y otra de la ciudad Buenos Aires.
La de nuestra ciudad aún parece no tener nombre, o al menos eso ocurrió el domingo cuando se presentaron. “No tenemos identidad”, dijo el cantante antes de comenzar y aclaró porque: “Nos juntamos a tocar hace una semana y ni pensamos el nombre”. Luego de algunos temas muy bien interpretados dado el poco tiempo de ensayo la presentadora oficial Siu Casas tomó el micrófono y los bautizó: “Sin Identidad acaba de pasar sobre el escenario”, comunicó.
Más tarde aparecieron los producidos integrantes de la banda porteña. Mounstrito subió al escenario con el espíritu de una banda alegre, llena de empuje y mucha música. Algunos de los 9 músicos de la banda, que la convierte así en la banda más numerosa que tocó sobre un escenario de la COMUJU, se presentaron con camisas rojas y corbatas como voladas por el viento. Dos guitarras, un bajo, una batería, un timbal, dos trompetas, una armónica y la voz de la cantante Oriana alegraron por más de una hora una tarde que amagaba a arruinarse detrás de los nubarrones que podían verse sobre el horizonte.
Luego de la mezcla de géneros y sonidos de Mounstrito subió para cerrar Distorsión, venidos directamente de Carmen Areco para hacer heavy frente al Río. La voz “salida del averno”, como dice un diario de la ciudad vecina, del cantante oriundo de Gahan César Paye junto a una guitarra, un bajo y una batería sonaron hasta que cayó la noche.
Rock, Ska, y Heavy fueron el postre del domingo pasado; el plato principal fueron las hamburguesas que cada fin de semana que la COMUJU organiza un evento están siempre listas en la cantina. Así que ya sabés, la próxima, escuchas buena música, te acercás a la cantina, te pedís un paty, y listo.